Tiene un color caoba oscuro con ligeros reflejos ámbar. Su espuma es anaranjada, densa y persistente; y su burbuja pequeña y sedosa. En nariz, el aroma de mosto se combina con el de frutos secos y miel. En boca, su entrada es agradable y deja un gusto afrutado, de frutas rojas y mermeladas. Es una cerveza ideal para acompañar carnes blancas con complementos suaves.
Se trata de la descripción de la Garnatxa Beer, una nueva bebida elaborada por un grupo de amigos de El Priorat, que se dedican a hacer vino de calidad en la DOQ Priorat, DO Montsant y DO Tarragona. “Cada año después de la cosecha, vendimia tras vendimia, hacíamos cerveza para nosotros, ya que después de tantos días elaborando vino, necesitamos algo diferente. Así es como se fue haciendo cada vez más fuerte la idea de elaborar nuestra propia cerveza”, explica uno de sus creadores, el enólogo Antoni Sànchez.
El proceso de elaboración se parece al del vino
Sànchez explica que “la Garnatxa Beer se hace siguiendo un método similar al del vino. La novedad es que esta cerveza se ha trabajado con una mezcla de maltas de cebada que se adapta a nivel organoléptico con el roble francés de la barrica”.
Otra de las características diferenciales está en la segunda fermentación. Tal como asegura Sànchez, “la mayoría de cervezas artesanales la hacen con agua y azúcar para proveerla de dióxido de carbono. En nuestro caso la hemos hecho con mosto de garnacha vieja. Lo que conseguimos así es aportar el azúcar natural de la uva”.
Buena aceptación en el territorio
La Garnatxa Beer se ha presentado este año en la Feria del Vino de Falset y ya cuenta con una gran aceptación. “Las sensaciones son buenas”, asegura Sànchez. “A la gente a la que le gusta la cerveza, la reafirma. Y aquellas personas que no son tan fanáticas la aceptan como una cerveza diferente y muy agradable”, añade Sànchez.
Hasta ahora se han hecho 4 tiradas de 600 botellas cada una. La medida es de 660 ml. Después de muchas pruebas, esta es la mida ideal para enriquecerla.
Fuente: La Vanguardia