Una veintena de bodegas de distintas denominaciones de origen de la provincia de Tarragona participan en la primera comunidad 2.0 de vinos y cavas catalanes. La iniciativa, denominada Vintaix, es un lugar de encuentro virtual para aficionados y productores de vino. Tiene el formato de una red social, del estilo de Facebook, y cuenta con un blog, una televisión online y una tienda de productos de las marcas presentes en el proyecto. Su objetivo es potenciar el consumo de los caldos locales.
«En Catalunya sólo consumimos el 20% de los vinos que se elaboran aquí; el resto se exporta a otros países. Es una situación anómala. Mientras en el extranjero nos quitan los vinos de las manos, aquí tenemos dificultades para comprarlos. El consumo de proximidad es una apuesta por la sostenibilidad y el desarrollo de cientos de pequeños productores. Vintaix permite acceder a un amplio catálogo de productos y compartir experiencias y opiniones entre los consumidores», explica Miguel Figini, responsable de Vintaix.
Mas Martinet, Cims de Porrera, Venus la Universal, Amics del Gobe, Dosterras, Bujorn o Billo son algunas de las bodegas tarraconenses que se han sumado a esta iniciativa –que nació el verano pasado en Castelldefels–. «Las bodegas de Tarragona tienen un altísimo nivel de representatividad en el conjunto de los vinos de Catalunya y del mundo entero. Sus caldos han sido premiados por los mejores catadores y expertos mundiales», dice Figini.
Los vinos catalanes (y tarraconenses) ocupan un lugar privilegiado en las cartas de los mejores restaurantes nacionales e internacionales, sin embargo, «los que viven en Catalunya –añade Figini– conocen muy poco los vinos que se elaboran en nuestra tierra, que, en muchos casos, tienen una relación calidad precio equivalente o mejor que la de los vinos de otras regiones que se consumen mayoritariamente».
Una distribuidora
Vintaix actúa como una distribuidora: compra productos a las bodegas y los vende al público, preferentemente por Internet. También organiza actividades mensuales «para acercar el vino con un enfoque diferente», como raves, catas hedónicas, no analíticas, con música en directo; y TupperTast, catas con animador a domicilio, siguiendo la experiencia de las antiguas reuniones de Tupper o las actuales TupperSex.
«Nuestras perspectivas de futuro son enormes, no sólo porque hay una creciente demanda en el mercado de productos locales, sino porque la comunidad en internet potencia y difunde enormemente las experiencias de los consumidores sobre los vinos que prueban. En Vintaix lo que nos proponemos es registrar y hacer cercano lo que unos sueñan y hacen en sus bodegas y otros sienten cuando lo beben y comparten con amigos y seres queridos», concluye Figini.
Fuente: Diari de Tarragona