Los europeos tiran alrededor del 20% de la comida que compran, afirma una encuesta internacional elaborada por Albal. En el caso de España, la cifra ronda el 18%. Sin embargo, los consumidores españoles consultados estiman que su porcentaje de desperdicio es del 4%.
El 50% de los alimentos desechados podrían haberse consumido si se hubieran planificado, gestionado y almacenado mejor, subraya el estudio Save Food realizado en Alemania, Francia, España, Suecia, Bélgica, Austria y Rusia. No obstante, el 30% de la comida empaquetada se tira antes de ser abierta.
Las frutas y verduras, así como las sobras procedentes de platos cocinados en casa y/o comida rápida son los alimentos más desperdiciados.
Residuos no minerales
La oficina europea de estadística (Eurostat) también ha publicado sus datos sobre residuos no minerales generados por cada estado miembro.
España, por ejemplo, es responsable del 8% de los 920 millones de toneladas de residuos no minerales que la Unión Europea produjo en 2008 (71 millones de toneladas). Por delante están Reino Unido, con 143 millones de toneladas (16%), Alemania, con 129 millones (14%), Francia, con 95 millones (10%) e Italia, con 94 millones (10%).
Los residuos no minerales son los resultantes de la producción y el consumo, ya sean productos peligrosos o no.
En el caso concreto de España, el 33% de sus residuos no minerales tienen su origen en los hogares, el 19% en la industria y el 48% en otros sectores económicos.
Cuando el cálculo toma en cuenta la población, Estonia y Finlandia son los mayores generadores de residuos, con 8.200 y 4.350 kilos por habitante, respectivamente. Por el contrario, Malta (970 kg) y Chipre (1.040 kg) son los países con menor volumen per cápita.
Once mil millones de euros
Los hogares españoles desperdician comida por valor de 11 mil millones de euros cada año. De hecho, cada ciudadano malgasta unos 250 euros anuales en comida y el peso de estos resiudos supera los 63 kilos.
Alrededor de 92% de todos los españoles que respondieron a la encuesta coincidieron en que un comportamiento más consciente del consumidor podría reducir la cantidad del desperdicio de comida.
Cada español genera una media anual de 1.500 kilos de residuos no minerales, una cifra inferior a los 1.800 kilos de la media de la Unión Europea.
Fuente: ABC